Así lo ha señalado la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de la Junta de Andalucía, destacando que “las picaduras producen desecación de las plántulas y que en los frutos se producen manchas y deformaciones en las zonas de las picaduras”. Como método de control, la RAIF recomienda limpiar a mano las plantas eliminando las larvas al no haber ninguna técnica de carácter biológico que pueda ser efectiva contra esta plaga. Desde Cajamar apuntan que, si la plaga está extendida, es efectivo el uso de tiametoxam que, aunque pueda dañar a algunos insectos auxiliares, al menos respeta gran parte de la población de A. swirskii.
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